RAISG lidera investigación desde la iniciativa “Amazonía para la Vida”

En la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas, RAISG, COICA y varios aliados que constituyen la iniciativa “Amazonia para la Vida” realizaron el lanzamiento del documento “La Amazonía Contrarreloj”, un esfuerzo investigativo liderado por RAISG que demuestra que la Amazonía se encuentra inmersa en una crisis o punto de no retorno debido a las altas tasas de deforestación y degradación.

El Panel, moderado por Alicia Guzmán de Stand.earth, dio inicio a la propuesta que reafirma una vez más el rol trascendental de los pueblos indígenas en la protección de la Amazonía y pone a disposición nuevos datos sobre deforestación y las áreas prioritarias con 13 soluciones para proteger el 80% para 2025.

El estudio incluye una propuesta innovadora de condonación de deuda para salvaguardar 255 millones de hectáreas de ecosistemas intactos que se encuentran en riesgo inminente.

Carme Josse, directora ejecutiva de Fundación EcoCiencia, investigadora de la iniciativa y en representación del Panel Científico por la Amazonía, explicó los resultados clave sobre la Evaluación de la Amazonía al 2021, su megadiversidad y su valor para el planeta, y haciendo referencia al diagnóstico analizado por el panel, señaló que pronto podría llegarse a un punto de inflexión en el que los bosques amazónicos ya no puedan existir y sean reemplazados por bosques degradados y otros tipo de ecosistemas: “estos efectos en cascada tendrían enormes impactos en el clima y a su vez en la biodiversidad, la agricultura y en la salud y bienestar de todos los humanos”.

Con este antecedente Marlene Quintanilla, directora de Investigación de Fundación Amigos de la Naturaleza, puso en contexto la situación de la deforestación en la Amazonía: “Los cambios en la Amazonía son fuertes. Nuestro marco metodológico hizo una combinación de las áreas que están sufriendo impacto por incendios y deforestación junto a los análisis que viene haciendo Raisg sobre las áreas donde hay ganancia y pérdida de carbono y ahí identificamos algo crítico: la Amazonía, de todas las emisiones que se están generando dentro de ella, un 48% son por degradación producto de los incendios”.

Pero también la protección de la Amazonía es un reto que recae en los más jóvenes, según manifestó Gregorio Díaz, coordinador general de la COICA, y recalcó que el desarrollo de la cumbre es desafiar a los presentes a tomar decisiones fuertes.Por otro lado, Miguel Macedo, del Instituto del Bien Común destacó el papel que juegan los Territorios Indígenas y las Áreas Naturales Protegidas, porque cuando se habla de alcanzar el 80 % “existen 100 millones de hectáreas no reconocidas a pueblos indígenas en donde es necesario otorgar el reconocimiento para que puedan contribuir a su gestión” y finalizó su ponencia mencionando la importancia de la condonación condicionada de la deuda para proteger el 80% de la Amazonía.

Al respecto de este último punto, Alicia Guzmán señaló que desde el inicio de la iniciativa Amazonía por la vida se analizó el tema de la deuda de los Estados, porque la protección de la Amazonía no puede recaer solamente en los hombros de los pueblos indígenas, “buscamos no solamente cambiar la conversación sino de otorgar de herramientas reales a los gobiernos para que se pueda dar un giro a las políticas y al modelo de desarrollo que existe ahora”.

A través del informe “La Amazonía contrarreloj”, se busca aportar al análisis para definir la hoja de ruta que guíe a la política pública y global.

Revive el panel: https://fb.watch/foRAiEiUIy/