El momento crítico que vive la Amazonía Cada vez es más claro que un clima estable y una biodiversidad resiliente dependen, en gran medida, de bosques tropicales sanos y conectados ecológicamente. Regular el ciclo del agua, capturar carbono (lo que evita que este se acumule en la atmósfera y retrasa el calentamiento global), aportar oxígeno e influir en la estabilidad del clima local y global son algunas de las funciones que desempeñan estos bosques, en buen estado, en la regulación de los ciclos naturales que hacen posible la vida en el planeta.
Alianza Noramazónica / RAISG. 2024
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